26 febrero 2016

71 días viajando…
16 días en Melbourne…

Cumplo 2 semanas en Peace Farm. Y aquí estoy, hecho un veterano. No tanto como Lorna, que lleva dos meses y medio, pero casi. Ayer me preguntaban Matt y Cat hasta cuando iba a estar, que por ellos cuanto más mejor. Parece que están contentos conmigo. 

Hoy he hecho mis saludos al sol, como un niño bueno. He dormido muy bien, después de mi vuelta a las meditaciones. Y físicamente me siento mucho mejor, y eso sube el ánimo. 

Doy de comer a las gallinas y, mientras Lorna termina de ordeñar a  las cabras, hago un apaño de desayuno con las sobras de ayer. No ha sido mi mejor logro culinario… pero vale para un apaño. 😉

Aprovecho para echar un ojo a mis guisantes, y no veas como crecen. 

Hoy nuestros hosts son Vicky y Murray. Son una pareja maravillosa. Ella es profesora de yoga y él masajista. Ella se quedó embarazada a los 45 y tuvo a Grace, una maravillosa criatura de 5 años que, cuando habla, parece que te esté hablando una persona muy sabia.

Siento no compartir más tiempo con ellos, la verdad. 

Estamos a tope con la preparación del Tomato Festival de mañana, limpiando y organizando. 

Mi primera tarea es con la whipper snipper, cortando hierbas. Después se la dejo a Lorna y me pongo a limpiar el porche de la casa de Vicky y Murray. 

A continuación ayudo a Murray a montar una de las carpas. Es impresionante lo poco que ocupan plegadas y lo fáciles que son de montar. 

Luego ayudo a Murray a preparar la comida. Me tiene especialmente fascinado la botella que tienen en el techo para proyectar la luz del sol. 

Desde la cocina veo a Lorna preparando el dibujo de Tomasio, el gurú del tomate. 

Durante la comida Grace me enseña el gusanito que se ha encontrado y que la tiene fascinada. 

Después de la comida Murray me pide que vaya colocando las señales que está pintando Lorna. 

Para ello tengo que preparar las estacas. 

Y empiezo a colocarlas. 

Ha llegado una pareja nueva, también de francia, Aurelian y Odile, encantadores los dos. Parecen que van a ser helpers de Cat, como lo era Faby. 

Me voy a recolectar los huevos. En total 43, repartidos en 3 docenas justas, 5 demasiado grandes y 2 un poco rotos. Esos 7 son para nosotros los woofers. 

Mientras Lorna sigue con los carteles invadida por todos los niños de la granja…

…yo hago una tarea autoimpuesta, y es pintar dos de los carteles que desde que llegué no dejó de pensar que no se ven. 

Desde las 4 llevan reunidos las 3 parejas para ultimar los detalles del festival. Travis me llama y me pide un favor. Que le acompañe al taller a recoger su coche. Vamos en el coche de Matt…

…y luego me lo traigo yo solito. 

Aprovechamos para comprar gas para la cocina de los woofers y para la BBQ de mañana. Cada vez me tienen más confianza (soy el woofer de más edad) y ya me dejan el coche sin problema. 

Y, aprovechándose de ello, me piden otro favor más. Que enganche el tráiler al coche de Matt y traiga 12 balas de paja desde otra parte de la granja para el festival. Me ayudan Aurelian y Odile y lo hacemos en un plis. 

Las dos parejas de franceses cenan con sus respectivos hosts, y Lorna y yo nos ponemos a preparar un curry. 

Lorna tiene capricho de tomar vino con la cena (y yo también, qué narices), así que le sugiere a Matt si se puede acercar con el coche a Yarra Junction a traernos una botella. Matt dice que coja yo el coche y vaya, sin problema. Mola esto de que ya me dejen el coche así.

Así que hacemos cena especial. 

Mucha y buena conversación. Lorna no está en su mejor momento de ánimo, pero es que el cansancio no ayuda y tiene un amigo en USA en coma y eso la tiene muy preocupada. 

Por lo demás yo estoy mucho mejor, más descansado y animado, con ganas del festival de mañana. 

Y eso que hoy me he enterado de que para hacer woofing en Nueva Zelanda hace falta una Working Holiday Visa, y en España sólo conceden 200 al año. Imposible. Así que, o busco quien haga la vista gorda o me busco otro destino. Pero tampoco me agobia. Algo saldrá. Hay tiempo. 

Mientras voy a ver que hago este domingo/lunes en Melbourne. A ver si encuentro un couchsurfing y me quedo allí a dormir.