27 febrero 2016

72 días viajando…
17 días en Melbourne…

¡Llegó el día del Tomato Festival!

Me levanto, como todos los días, a las 6:30, hago mi yoga, voy a dar de comer a las gallinas y voy a ayudar a Lorna con las cabras. Me encuentro a Lorna muy triste. Un amigo suyo ha fallecido en su país. Intento apoyarla en todo lo que puedo. 

Hago algo de desayuno: una tortilla de queso, café, tostadas… Somos 6 woofers en el desayuno. Los 4 franceses y nosotros. Cada uno desayuna cosas diferentes. Los franceses son más de dulce y nosotros más de salado.

Y nos ponemos a la tarea de terminar de prepararlo todo. El festival empieza a las 10, así que hay que darse prisa. Recolocamos las carpas, preparamos las mesas…

…y me piden que coja la Whipper Snipper y corte la hierba alrededor del horno donde se harán las pizzas. Es de las tareas más divertidas. 

Para las 9:40 está casi todo listo. 

Los niños colaboran preparando los globos para la entrada…

…mientras, Gautier y Aurélien terminan de montar la diana de Mr. Tomato (diseño de Lorna) donde se lanzarán los tomates podridos. 

Una de las actividades es la cata de tomates para votar cual es la mejor variedad entre las muchísimas que tenemos. 

Y todo listo.

Hay barbacoa, pizzas, cafés, tartas…

Hasta Ossian está listo.

Cuando empieza a llegar la gente, mi primera tarea es indicarles dónde deben aparcar. Después me piden que haga fotos y las vaya publicando en la página de facebook de Peace Farm. Estoy en mi salsa. 

Y luego me piden que me haga cargo de las pizzas. Ésta es con diferencia la tarea más divertida. Preparar las pizzas de la gente y dárselas para que las lleven hasta el horno donde se las cocinarán, mientras Gautier se encarga de la BBQ. 

Hay un  momento, a la hora de comer, en que se forma una cola considerable, pero me lo paso como un crío.

La música de fondo es de salsa. La gente me dice, “mira, música de tu tierra!”. Y yo digo, ” sí… si fuera cubano” 😀

A las 13 empieza la sesión de Tarantelas a cargo de Rosa, una guapísima italiana, y su grupo. Consiguen animar el ambiente de una forma increíble. Forman parte de la Melbourne School of Tarantelas. 

Aprovechando un momento de menos actividad, me hago mi propia pizza. 

Fabienne, la ex-woofer alemana, ha venido a visitarnos. Ha sido una gran alegría.

A la hora del café, me tomo un descanso y me lo tomo con la más guapa del festival, la pequeña Grace. 

Recibimos la visita de Tomasio Costaluto, el gurú del tomate, que resuelve todas las dudas del publico acerca de los tomates. 

Y llega el momento del Tomato Fashion Parade. El desfile de moda tomatil. 

Yo sigo haciendo pizzas. A los hijos de Tomy, la japonesa que viene a ayudarnos de vez en cuando, les dejo que se hagan su propia pizza. 

Sobre las 15 horas la fiesta va llegando a su fin. Travis me da dinero y me deja su coche para que me vaya hasta Yarra Junction a comprar unas cerves para los woofers, que nos las hemos ganado. Así tenemos nuestro rato de relax. 

A las 17h nos ponemos a recoger y limpiar. Una de las cosas más difíciles de limpiar es al pobre Sr. Tomato. No sé si se aprecia el antes y después. 

Cuando está todo más o menos recogido, me llevo a los 4 franceses conmigo a dar de comer y ordeñar a las cabras, para que vean cómo va y porque sé que les va a encantar. 

Después hacemos una cena todos juntos, en la que cada uno cuenta cuál ha sido su highlight del día, es decir, su momento más especial. 

Yo cuento que el mío ha sido en la hora punta, cuando estaba haciendo pizzas a toda leche con una cola de gente esperando y Travis venía corriendo desde el horno, donde él las estaba cocinando, para decirme que no pusiera tanta salsa de tomate, que no había forma de cocinarlas, y Emilie me cogía las pizzas y les quitaba salsa, porque siempre ponía de más. Y yo pasándomelo bomba con todo esto. Lo contaba y Travis y Emilie por los suelos de la risa. 

Y no falla, me siento, y Ossian se me viene encima. Es imposible no cogerle cariño. 

La luz de atardecer en este sitio es increíble.

Y aquí estamos, todos juntos, las 3 parejas, los 7 niños, los 6 woofers (más Faby, que se queda con nosotros hasta mañana)…  y me siento increíblemente bien. Estos días he perdido de vista lo que tenía, agobiándome por lo que tenía que venir. Dejamos de disfrutar del presente preocupados por el futuro. Pero el presente es un regalo, por eso se llama así (vía Kunfu Panda). Y aquí y ahora me siento afortunado de lo que tengo y de dónde estoy. Hacer este viaje es un regalo del universo que no quiero dejar de apreciar y agradecer. Puede que a veces resulte físicamente cansado, pero es parte de la experiencia que estoy viviendo, y días como hoy me sirven para recordarme lo maravillosa que es la vida y la gente que hay en ella.

Aquí puedes ver un vídeo-resumen de lo que fue el festival. 🙂

2 Comments

  1. Garri

    Ole!!! A tu última reflexión!!

    Reply
  2. K.

    Me ha encantado, Pablo! Besooo!

    Reply

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