10 – 17 octubre 2016

305 días viajando…
28 días en Innisfail…
2 días en Mission Beach…
2 días en Cairns…

Última semana en la zona de Cairns, zona tropical. Más me vale disfrutarlos, porque en Melbourne la Primavera sólo ha entrado oficialmente, pero se ha debido perder por el camino.

El miércoles cumplí 300 días viajando y hoy lunes cumplo 10 meses. Se dice pronto…

Y ésta ha sido mi semana.

Lunes-Jueves

Del lunes al jueves son mis últimos días en casa de Grace. Los dedico a empezar a limpiar la casa, recoger mis cosas, ir a la playa de Etty Bay

…a cocinar curry…

…arroz de cosas…

…huevos escalfados…

…y pasear a Dude al atardecer, momento que aprovecho para hacer fotos de casas por Innisfail, porque la luz es especialmente buena.

…a salir a correr. Vuelvo a estar en forma y he vuelto a mis tiempos de cuando corría en Madrid.

También es mi semana de hacer mucho yoga. Mi amiga Susan, la profe de yoga que conocí en Mission Beach, me invita a muchas de sus clases en el Progress Hall

…y también me enseña alguno de los rincones menos conocidos de Mission Beach, como Nyletta Creek.

…pero justo vamos en la única época del año en la que está lleno de March Flies (Tábanos) y se me comen vivo.

Viernes-Sábado

El viernes por la mañana llega Grace de su viaje de un mes por Barcelona y el Mediterráneo. El reencuentro con Dude es de lo más emotivo. Dude tarda en reaccionar. Es como si no se creyera que su mami ha vuelto, pero de repente se pone como loco. 

Desayunamos juntos antes de irme. Mi plan era irme a Cairns los 4 días que me quedan, pero Susan me ha invitado a pasar un par de días en su casa de Mission Beach con su familia y llevarme a conocer más sitios. Imposible decir que no. 

De esta manera conozco lugares como el Bingil Bay Cafe, que es de lo más recomendable en la zona…

…la playa de Bingil Bay Beach… 

…donde nos encontramos con una de las imágenes más impresionantes que he visto por aquí. La de una tormenta a lo lejos sobre el mar.

…o la playa de Lugger Bay, que aunque el sábado estuvo especialmente nublado, no le quita ni una pizca de espectacularidad al lugar. Es una playa a la que no se puede acceder en coche. Para llegar, hay que aparcar en Wongaling Beach…

…desde donde puede verse Dunk Island

…y, desde allí, hay que andar el Kennedy Track hasta Lugger Bay. Hoy nos acompaña Poppy, la preciosa perrita de Susan.

…y ahí está, Lugger Bay.

Yendo un poco más allá, se llega al Mije Creek, uno de los sitios de por aquí donde es más fácil ver cocodrilos.

…pero por más que buscamos… no aparece ninguno. 🙁

Es una playa muy poco visitada, ya que sólo se llega andando, por eso es una de las mejores que he visto por aquí.

A la vuelta nos encontramos con…

Es el tercer cassowary que veo. Pero no dejan de sorprenderme por su tamaño y por su parecido con un dinosaurio, especialmente en las patas.

Otra de las cosas que me sorprenden de Australia es su sentido del humor en el marketing.

Domingo-Lunes

El domingo me despido de Susan y su hija Eve, agradeciéndoles infinitamente su hospitalidad. La verdad es que se han portado increíblemente bien conmigo. Éstas son las pequeñas sorpresas que te llevas cuando viajas solo por el mundo, cuando te encuentras con gente así de maravillosa. 

El plan ahora es irme para Cairns donde he quedado con Igor e Irene, mis amigos españoles. 

¿Cómo? En autostop, por supuesto. 😉

Susan me lleva hasta Mission Beach, donde hoy le toca dar varias clases de yoga. Allí me coloco a las 8:30 a la salida del pueblo y no tengo esperar mucho hasta que me recoge Michael, un simpatiquisimo australiano que tiene una casa a mitad de camino entre Mission Beach y la carretera principal a Cairns. 

Me lleva sólo 7 kms de los 140 kms que tengo que hacer, pero por algo se empieza. Me deja en mitad de la carretera secundaria.

Ahí tardo un poco más en encontrar quien me lleve, pero al final aparece Jeanette, que va a Innisfail a visitar a su hija que está a punto de dar a luz su 4º hijo.

Jeanette me deja en el centro de Innisfail, donde me vuelvo a colocar…

…y aquí la cosa es algo más difícil, no sé muy bien por qué, pero tardo como media hora en que alguien me recoja. Al final mi ángel de la guarda es Kirsten, la directora creativa de Elandra Resorts, un hotel que, casualmente, está en Lugger Bay, y del que Susan me estuvo hablando ayer cuando estuvimos allí.

Kirsten va a Cairns, así que ya tengo resuelto el viaje. Es una mujer simpática y llena de energía y el trayecto se hace de lo más ameno.

Llegamos a las 11 en punto y me deja directamente en casa de Igor, que me va a acoger en mi última noche.

Igor y yo vamos a buscar a Irene y los tres nos vamos rumbo a Port Douglas a pasar el día. Paramos por el camino porque las vistas son increíbles.

Cuando llegamos a Port Douglas, nos vamos directamente a comer, que estamos muertos de hambree Aprovechamos para visitar a mi amiga Lorna, que estuvo de woofer conmigo en Peace Farm (Melbourne), allá por febrero. Me he enterado de que está en Port Douglas trabajando en la pizzería Mango Jam. Es una alegría volver a verla. Está de engargada de hacer las pizzas. De hecho, la que yo me como se llama Lorna’s Veggo.

El resto de la tarde la pasamos en la playa de Port Douglas, donde me echo una siesta de campeonato.

Nos volvemos pronto, porque hemos quedado a las 17h en Cairns con un grupo de Españoles para hacer una BBQ en la Lagoon. Igor lo propuso en el grupo de Facebook y al final se han apuntado unos cuantos. Nos encontramos el el Woolworths de Cairns para comprar la comida para la BBQ.

Allí nos encontramos (y conocemos) a Ana (de Cáceres), y a la pareja Ángela (australiana pero de padres españoles y habla español de España) y José.

De allí nos vamos a la Lagoon y por primera vez pruebo las BBQs públicas. Está genial. José cocina la carne mientras yo me dedico a los calabacines, las mazorcas de maíz y los huevos (sí, sí… con un par… me dedico a hacer tortillas a la francesa en una BBQ… y luego es lo que más éxito tiene). Allí se nos une David y más tarde Héctor.

La cena coincide con la salida de la “súperluna”, luna llena coincidiendo con su momento de mayor proximidad.

La verdad es que ha sido un día perfecto para despedirme de Cairns.

La noche la paso en casa de Igor y el día siguiente, lunes, último día en Cairns, me lo tomo totalmente de relax.

La mañana se la dedico al blog en la cafetería Mama Coco, que está al lado de casa de Igor.

Y desde allí me voy a la Lagoon a pasar el resto del día. Por el camino vuelvo a sorprenderme con el concepto de marketing que tienen los australianos.

Paro en el Woolworth para comprarme un zumo de naranja, una hogaza de pan y un queso brie (apaño de almuerzo por $8) y me llego a la Lagoon, donde se está maravillosamente. 

Algo más tarde se me unen la cacereña Ana e Irene.

Remato el día con una cervecilla en The Pier y después me voy para casa de Igor a recoger mis cosas y a que me lleve al aeropuerto. Por el camino me compro algo de cena.

Y es que hay un japo cerca de la Esplanade que a partir de cierta hora, todo lo que no ha vendido, lo pone de oferta. Cada bandeja de sushi a $5 (como 3€)… un chollo!

Finalmente Igor me lleva al aeropuerto de Cairns acompañado de Irene y Ana, y allí nos despedimos. Lo mejor que tiene Cairns es lo cerquita que tiene el aeropuerto.

Mi vuelo sale a las 22:35 puntual y llega sobre las 3:00 AM (hora de Melbourne), así que aprovecho para dormir en el vuelo. Allí me recogerá David, el host de mi HelpX en Melbourne.

Y así acaba mi etapa de un mes en la zona de Cairns. 

En general no ha sido demasiado interesante. Innisfail ha sido un poco fail, ya que es una zona residencial para familias, bastante aburrida para un viajero. Hubiera sido mucho más interesante haberme quedado en Cairns o Port Douglas, donde hay bastante más actividad. Pero es lo malo de House Sitting, que es bastante difícil poder elegir.

Pero lo mejor de este mes ha sido sin duda haber conocido a gente como Igor, Irene o Susan. Me llevo una maravillosa amistad con todos ellos.

También ha sido genial poder visitar playas y ríos tan espectaculares como los que he visto en este mes.

Mañana comienzo una nueva etapa en Melbourne que me tiene especialmente ilusionado. No estoy seguro de cuánto tiempo estaré, pero, en principio, mi intención es pasar allí las Navidades. Voy con la idea de ver la posibilidad de hacer un proyecto que me ronda la cabeza desde hace mucho tiempo, un concierto en español, y creo que podría ser algo muy interesante para probar a meter la cabeza en el mundo teatral/musical de Melbourne. Ya he hecho algunos contactos al respecto. A ver qué sale de todo esto.

Pero por lo pronto tengo un HelpX con un matrimonio muy joven, recién casado, David y Daniella, que tienen pinta de ser gente de MUY buen rollo, a los que voy a ayudar a preparar su nueva casa. A ver qué tal mañana.

Este comienzo me hace sentir llego de energía, ganas e ilusión. Siento que soy muy feliz con este modelo de vida que he escogido y que, después de 10 meses, viajando no me siento en absoluto cansado o aburrido, sino todo lo contrario… con ganas de más y más experiencias y aventuras.

Y eso sin contar con el viaje interior. Es tanto lo que he aprendido…

…es tanto lo que tengo que agradecer.

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