New Zealand (Queenstown) – Conociendo Queenstown

by | 22 Nov 2017 | 0 comments

19 – 22 noviembre 2017

706 días viajando…
4 días en Queenstown…

El día 19 de noviembre despierto dentro de la tienda que me dejó Alex, en el White Horse Hill Campground de Mount Cook Village. Me duele todo el cuerpo después de la paliza de ayer, pero toca ponerse en marcha.

Autostop a Queenstown…

Recojo la tienda y me encamino hacia el pueblo para darme una ducha en las duchas públicas y gratuitas que hay allí (bueno, tienes que pagar 2 NZD si quieres agua caliente, pero quién dijo frío). Por el camino me despido del Mount Arnette que no pudimos alcanzar ayer.

El pueblo está a unos 2-3 kms del camping. Mientras voy andando para allá, pongo el dedo a los coches que pasan, con la idea de que me lleven al pueblo…

…y enseguida me paran dos kiwis super-simpáticos que resulta que van a Dunedin y pueden dejarme cerca de Queenstown, por lo que descarto la ducha y me voy con ellos, claro.

Son Peter y Eugene, de Auckland, disfrutando de unas vacaciones por la isla sur en un coche alquilado. Han estado de visita por la zona de Mount Cook y ahora van a Dunedin. Me avisan que pararán en algunos lugares turísticos por el camino, si no me importa. Yo encantado, claro. No sólo me hacen el viaje, sino que también me hacen de guías.

La primera parada es en los Clay Cliffs, unas formaciones rocosas muy curiosas. Nos desviamos y hacemos la visita.

Hacemos otra parada en el Lindis Pass Viewpoint, que, en realidad, sirve para ver lo seca que esta zona de la Isla Sur.

Finalmente Peter y Eugene me dejan en Cromwell, bastante cerca de Queenstown. Allí nos despedimos y les doy las gracias por su amabilidad, compañía y alegría.

En Cromwell aprovecho para comprar alguna cosa, comer algo, ir al baño… y volver a ponerme en la carretera. Esta vez me toca esperar un buen rato y con un solaco de muerte, pero al final me paran Matt y Charlie, una encantadora pareja que han venido a pasar el fin de semana a Queenstown por la Marathon que al parecer hubo ayer (Marathon de Queenstown) y que parece que es muy famosa. Han ido por la mañana a hacer alguna actividad y están ahora de vuelta, así que me pueden dejar en el centro de Queenstown.

Por el camino hablo con mis amigos Leticia y Christofer, a quienes conocí en Ohakune hace año y medio, cuando estuve trabajando con ellos en un restaurante mexicano de allí. Sabía que ahora viven en Queenstown y les digo que voy de sorpresa. Se alegran un montón de saber que voy y me ofrecen su casa y su sofá por el tiempo que esté…. ¿son o no son maravillosos?

Matt y Charlie me dejan en la “playa” de Queenstown y ahí nos despedimos.

Queenstown…

Queenstown es una ciudad al borde del inmenso Lago Wakatipu y rodeado de montañas. Me recuerda un poco a Como en Italia. Y la verdad es que tiene muchísimo encanto, empezando por su playa de agua dulce, punto de reunión de los turistas.

Leticia viene a buscarme (qué alegría volver a vernos después de tanto tiempo) y me lleva hasta su casa en Ferhill, una zona residencial un poco a las afueras pero muy cerca del lago. Desde su casa las vistas son chulísimas.

Me instalo y me ofrece irme con ella de nuevo a la playa donde ha quedado con sus compañeras de trabajo para tomar unas cervezas y ver el atardecer.

Me sorprende ver a la gente bebiendo en la calle, algo estrictamente prohibido en este país, pero Leticia me explica que se hace una excepción en este lugar para fomentar el turismo joven… y vaya si lo consiguen.

Y es que Queenstown es muy turístico, pero no pierde encanto… bueno, al menos ahora, que aún no es temporada alta.

Por la noche Christofer vuelve de trabajar bastante tarde, pero al menos podemos darnos un abrazo y charlar un rato antes de irnos todos a dormir bastante muertos de cansancio.

Roys Peak…

El día siguiente, 20 de noviembre, es día libre de Cris y Leticia y han quedado con un amigo, Sebastián, para subir al Roys Peak, en Wanaka, y me invitan a ir con ellos. Yo hace dos días que estaba subiendo otro monte, pero qué mejor manera de quitarse las agujetas.

Así que vamos en coche hasta Wanaka…

…y seguimos hasta el Roys Peak Track Carpark, donde, con cierta dificultad (está lleno), conseguimos aparcar.

Y ahí está nuestro objetivo, ese pico de ahí arriba.

Roys Peak Track es una ruta muy popular en Nueva Zelanda de dificultad media. Son unos 9 kms de subida bastante intensa y otros tanto de bajada. A las 10:40 empezamos la subida.

A poco de empezar ya vamos dejando atrás el carpark.

El camino es amplio y sencillo, sin obstáculos, casi familiar… pero no deja de ser una subida interminable de 9 kms que no da ni una tregua.

Según vamos subiendo, las vistas del Lago Wanaka y del pueblo del mismo nombre se van volviendo más y más espectaculares. Especialmente desde el Roys Peak Lookout (aún a unos cuantos kilómetros de la cima) donde llegamos sobre las 12:30.

Foto de un esponáneo

Yo me hago mi foto “oficial”, claro.

Foto de Leti

Y, poco después de las 13h, tras 2 horas y media de subida, llegamos a la cima, momento que dejo inmortalizado en este vídeo.

Ahí comemos algo y nos hacemos la sesión de fotos obligada. Algunas de ellas especialmente chulas.

Foto de un espontáneo
Foto de Leti

Justo antes de bajar le pido a alguien que me haga mi última foto “oficial”.

Foto de un espontáneo

Y a las 13:30 empezamos a bajar.

La bajada es más rápida, claro, y a las 15h, en solo hora y media, ya estamos abajo.

Para descansar y porque nos lo hemos ganado, nos vamos a Wanaka a comer y tomarnos una buena cerveza… y darnos un baño en el lago.

De vuelta en Queenstown quedamos al atardecer con un amigo de Leticia y Chris en el Pier.

Y nos vamos a cenar a un lugar que no recuerdo el nombre…

Queenstown II…

Al día siguiente tanto Chris como Leticia tienen cosas que hacer, por lo que dedico la mañana a visitar la ciudad más a fondo. Muy cerca de la ciudad hay una colina a la que se puede subir en funicular (Gondola en inglés) y, por extensión, llaman a la colina Gondola o Skyline, que es la empresa que lo gestiona.

Paso parte de la mañana en un pequeño parque muy céntrico, a ambos lados del arroyo que atraviesa la ciudad, donde la gente va a disfrutar del almuerzo, la WiFi gratis y la cercanía de los patitos, esperando que les den algo de comer.

Visito el Mall (el paseo comercial)…

La iglesia…

Y también visito los Queenstown Gardens, que ocupa toda una península y que tiene un encanto único.

Desde los jardines, se puede apreciar mejor cómo es Queenstown desde el lago.

Para el lunch me compro un hummus de remolacha y me lo tomo al lado de la playa… pero con compañía.

Arrowtown…

Por la tarde voy con Leti, Cris y unos amigos suyos a visitar Arrowtown, un pueblo cercano surgido a partir de la fiebre del oro… y la verdad es que aún conserva ese aire.

Y acabamos el día bañándonos en el río.

Está siendo una suerte poder visitar tantos sitios en tan poco tiempo gracias a que Leti y Cris me están llevando a todas partes. Son los mejores.

La Góndola/Skyline…

El día siguiente, 22 de noviembre, Leti me ofrece subirme con ella y una amiga suya a la Góndola, pero andando, nada de funicular.

El camino para subir, muy bien señalizado, como siempre, empieza al lado del cementerio.

Por el camino hay una serie de esculturas maoríes perfectas para hacerse fotos moñas.

Foto de Leti
Foto de Leti
Foto de Leti

La subida se hace en una hora y no es muy dura porque lo árboles van haciendo sombra. Así, por fin, estamos arriba.

Y vaya si merecen la pena las vistas desde aquí de todo Queenstown.

¡Y de nuevo a bajar!

Y desde ahí nos vamos directamente a Sunshine Bay, una zona del lago con una playa especialmente agradable, donde Leticia ha quedado con unos cuantos amigos.

Foto de Leti

Y así termina mi último día en Queenstown.

Planes…

Mi plan (que era perfecto sobre el papel) era que tenía reservada desde hace días, para mañana, una maravillosa autocaravana de relocation con Britz (del Grupo TLH) por sólo 5 $/día y que debía entregar en 3 días en Christchurch. El plan era dar un rodeo por la West Coast y disfrutar de un maravilloso roadtrip de tres días.

Con lo que yo no contaba es que se guardan el derecho de cancelar una reserva de relocation en cualquier momento y sin previo aviso, cosa que hacen hoy, el día antes, con lo que me dejan tiradísimo.

Por suerte, no me rindo fácilmente y me pongo a buscar otras opciones y encuentro un relocation de coche con Apex Car Rentals, en el que me ofrecen un Toyota Corolla por 1 $/d para devolverlo en tres días (23-25 nov) en… Nelson!

Mi destino es Christchurch, que es desde donde tengo el vuelo de salida el día 27 de noviembre y que está a mitad de la Isla Sur, mientras que Nelson está completamente al norte… No importa. Ya encontraré la forma de volver.

Lo bueno es que aún tengo la tienda y la cocina de gas que me prestó Alex y puedo hacer el roadtrip por la West Coast.

Mi segundo plan maravilloso es que desde hace semanas tengo reservada con la misma compañía (Britz/THL) una autocaravana de relocation para ir desde Broome hasta Perth, haciéndome durante una semana la West Coast Australiana. Tiene una pinta bárbara y es de lo poco que me queda por ver de Australia, todo el oeste. Y ya tengo los vuelos Christchurch -> Melbourne -> Perth -> Broome…

…Esperemos que esta reserva no me la cancelen.

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