Costa Rica (San Gerardo) – Primeras Semanas en Costa Rica.

by | 21 Oct 2018 | 0 comments

29 septiembre – 21 octubre 2018

1039 días viajando…
22 días en San Gerardo…

El día 29 de septiembre de 2018 terminó mi Housesitting en Bahamas y ese mismo día cojo un vuelo rumbo a mi siguiente destino… ¡Costa Rica!

Y es que me ha salido la oportunidad de cuidar la casa de Beth en San Gerardo, en medio de las montañas, en la falda del Cerro Chirripó, durante un mes, mientras ella hace unas gestiones en Los Ángeles (USA). Por primera vez se trata de un housesitting sin mascotas. Sólo tengo que habitar y cuidar la casa.

El Viaje (de Nassau a San Gerardo)…

Como ya conté en mi anterior post, mi vuelo con JetBlue hace escala en Fort Lauderdale (Florida), por lo que me toca pasar el control de inmigración de USA antes de coger el vuelo (Sí, USA tiene oficinas de inmigración en los aeropuertos de varios países, entre ellos Bahamas).

Después de que me mareen un buen rato, por fin estoy preparado para volar.

Cuando sobrevolamos Fort Lauderdale, flipo un poco.

Madre mía, hay ciudades en el mundo que son un poco excesivas. No dejo de preguntarme qué haría yo si de repente tuviese muchísimo dinero. ¿Sería realmente tan ostentoso?

El vuelo es corto y muy pronto estoy en el Aeropuerto de Fort Lauderdale donde, por suerte, no tengo que pasar ningún control. Sólo una espera de 2 horas. El aeropuerto, eso sí, está petadísimo de gente.

Pero pronto estoy sobrevolando Costa Rica (qué diferencia, ¿eh?).

Y por fin tomamos tierra.

Cuando el avión aterriza (qué pena no haberlo pillado en el vídeo), hay un tímido aplauso por parte de los pasajeros. Y escuchamos por megafonía…

     – C’mon guys, you can do it better than that!

…y estalla una gran ovación.

Una de las cosas que siempre intento tener resuelta cuando llego a un país nuevo es cómo voy a salir del aeropuerto, porque es difícil fiarse de las 200 personas que te están ofreciendo un taxi antes de que pises la calle. Mi método preferido es el autostop, pero sólo en aquellos países que conozco lo suficiente como para hacerlo tranquilo.

En este caso contacté a través de Facebook con Johnny, un taxista de Uber, para que me venga a recoger. Así que salgo de aeropuerto esquivando taxistas y esperando ver mi nombre en alguno de los carteles…

…pero nada. Los Ticos (costarricenses) son famosos por muchas cosas, pero no por su puntualidad (¡Pura Vida!), así que me toca esperar como 1/2 hora. Estoy nervioso y le reprocho por WhatsApp no estar a la hora acordada.

Y es que mi plan era coger el bus que sale de San José a las 14:30 para llegar a San Isidro a las 17:30, justo a tiempo para pillar el bus que va para San Gerardo. Si pierdo el de San Isidro de las 17:30, no hay otro hasta las 20h y llegaría a San Gerardo como a las 21h.

He salido del aeropuerto a las 13:30, pero Johnny no aparece hasta casi las 14h. Pero cuando me saluda… me desarma. Johnny, como casi todos los Ticos, es una persona amabilísima y encantadora y me siento mal por haberme enfadado. Aún creo que podemos llegar a pillar el bus de las 14:30, pero le he pedido que primero paremos en algún banco para cambiar mis dólares por colones para poder pagarle a él y los buses.

Cuando pasamos por el banco, descubro con asombro que es un drive-in, como los McDondalds, es decir, te atienden sin bajarte del coche. Pero como estamos a finales de mes, hay una larga fila de coches esperando para hacer sus operaciones bancarias.

En ese preciso momento es cuando mi mente hace click y me adapto al ritmo de Costa Rica. Se acabaron los agobios y las prisas. Pillaré el bus que sea cuando sea. Éste es un país al que se viene para estar relajado. Me siento absurdo con mis agobios. Así que me relajo y charlo con Johnny. Tiene 39 años y dos hijos, uno de 18 (lo tuvo a los 21!) y otro muy pequeño que lo ha tenido hace poco.

Me cuenta que Uber en Costa Rica no es del todo legal. Pero aún así la app funciona, por lo que la gente lo usa. Pero los taxistas tienen declarada la guerra a los conductores de Uber, por lo que hay que ser muy cuidadoso. Johnny arriesga mucho recogiéndome en el Aeropuerto. Los taxistas no dejaban de preguntarme a quien esperaba y yo tenía que decir que a un amigo que me venía a recoger… si no, son capaces de destrozarle el coche… y a él.

Cuando llega nuestro turno en el banco, metemos mis $200 en el tubo neumático y pedimos el cambio a través de una pantalla.

Al poco ya tengo mis 115.000 colones y marchamos para la Terminal de Autobuses de Musoc. Hay un atasco tremendo en el centro de San José. Menos mal que se me han quitado ya las prisas. Llegamos a la terminadl después de las 15h. Hay un bus para San Isidro que sale a las 15:30 y sólo queda un asiento libre. ¡Para mí!

Me despido de Johnny que me ha acompañado hasta la taquilla para ayudarme hasta el final (más amable, imposible) y espero hasta que nos avisan para embarcar.

En el bus me ha tocado, claro, la últimísima fila, que es de 5. Y me ha tocado justo en el asiento de en medio, con muy buenas vistas… del interior del bus.

De las 5 personas que vamos, 4 nos ponemos a charlar muy animadamente durante el viaje. La quinta persona es una señora que está un poco de mal rollo y quejándose de todo, así que no participa en la conversación… ni en la foto.

Foto de Joselyn

Así que, aunque el viaje es largo, lo paso tan ricamente de charleta con Joselyn (a mi derecha), Hugo (a mi izquierda) y Vivien. 4 personas muy diferentes, que no nos conocemos de nada, pero que rápidamente conectamos y hacemos amistad. Así es la gente aquí.

Me cuentan que el viaje de San José a San Isidro de Rivas atraviesa el Parque Nacional de Los Quetzales, pero como está anocheciendo, no puedo apreciarlo bien. 

Hacemos una parada de 15 minutos en la Cafetería de los Chespiritos. Estamos entre montañas. Hace fresco, pero no mucho frío. Pero es que, según me cuentan, aún no hemos llegado al punto más alto del recorrido, que será poco después, llegando a una altura de 3.327m!

Tras 3 horas y 10 minutos de viaje, a las 18:40, llegamos a la Terminal de Musoc de San Isidro. Estoy a 10 minutos andando de la Terminal de los Buses Municipal, donde se cogen los buses para San Gerardo. Me doy cuenta de que, aunque hubiera cumplido mis planes, ni de coña habría llegado a tiempo para coger el bus de las 17:30 (habría llegado a las 17:40 y aún habría tenido que llegar hasta la terminal), así que hice bien en quitarme de prisas y agobios y disfrutar del viaje.

Hugo me acompaña muy amablemente a la Terminal Municipal para indicarme el camino. Nos damos los Facebook’s y nos despedimos. 

Como me sobra tiempo, me doy un paseo por el centro de San Isidro de El General, también conocido como San Isidro de Rivas o, más popularmente, como Perez Zeledón, ya que es la capital de la región de Pérez Zeledón.

Visito la Catedral de San Isidro

…y el Parque Central, donde hay música en vivo.

Y me tomo una cerveza local en Restaurante Chirripó.

Me cobran 1.200¢ (1,80€) por la cerveza, bastante menos que los $8 que me cobraban en Bahamas!!

A las 20h cojo el bus para San Gerardo, donde llego una hora más tarde. Mi parada es la ultimísima del bus y estoy ya prácticamente solo. Es noche cerrada y no se ve un alma. Menos mal que llevo linterna y que Beth me ha dejado indicaciones muy claras de cómo llegar hasta su casa, que está un poco a las afueras.

Y finalmente, en medio de una oscuridad…

La casa está como a 100m de la carretera y no hay absolutamente nadie alrededor. La sensación de aislamiento es muy intensa.

La casa…

Por la mañana, y ya con luz, puedo hacer algunas fotos al que será mi hogar durante el próximo mes.

Es una pequeña cabaña de una única planta muy recientemente reformada, por lo que está todo casi para estrenar. De hecho Beth ha vivido aquí sólo 2 semanas, así que voy a vivir en esta casa más que ella. 

Las vistas del jardín desde la puerta de entrada le alegran a uno la vista.

Y las vistas de la casa desde el camino de entrada muestran cómo está realmente rodeada de vegetación tropical.

La propiedad es enorme. Paseando por detrás de la casa se llega hasta una pequeña cresta, desde la que sale un camino…

…que lleva hasta el mismísimo Río Chirripó.

el lugar es simplemente increíble,

Los Alrededores…

Dedico mis primeras dos semanas a explorar los alrededores. 

Las principales poblaciones de esta carretera son: San Isidro (la capital de la región), Rivas, Guadalupe, Chimirol, Canaán y San Gerardo. En San Gerardo acaba la carretera asfaltada,…

…pero continúa como un camino de tierra hacia poblaciones menores como Los Ángeles, la entrada al Parque Nacional del Chirripó, etc…

San Gerardo…

Al día siguiente a mi llegada, aprovecho que hace medio bueno (estamos en plena estación de lluvias) para darme una vuelta por el pueblo. San Gerardo es una población minúscula, de unos 300 habitantes, a 1.340m sobre el nivel del mar, con unas pocas casa a ambos lados de la carretera. Su principal interés, es ser la población más cercana a la entrada del Parque Nacional del Chirripó y es, por lo tanto, parada obligatoria para todos aquellos que quieren subir a lo alto del Cerro Chirripó, que con sus 3.830 m. es la montaña más alta del país.

Como en todas las poblaciones de por aquí, no puede faltar la iglesia…

…ni el campo de fútbol!

Aunque mi sitios más visitados son el Hotel Roca Dura, donde te puedes tomar una cerveza local…

…o el Abastecedor Las Nubes (o pulpería, como llaman aquí a las tiendas de comestibles), para hacer mis compras.

Una de las cosas que más impresionan de Costa Rica es la conciencia ecológica que ves en todas partes. Después de venir de un país rico como Bahamas donde no había ningún tipo de reciclaje de basuras, sorprende venir a un país bastante más modesto, donde el reciclaje es casi religión. Y no hay recogida de basuras a domicilio. Tienes que llevar tu basura hasta el puesto instalado en medio del pueblo.

Como sigue sin llover y me apetece andar, sigo bajando la carretera. Paso por delante de las oficinas de Alcohólicos Anónimos (el alcohol sigue siendo un grave problema en muchas de estas sociedades. En pocos días, hablando con varias mujeres locales, lo más frecuente que oigo es “me separé porque mi marido bebía mucho y me pegaba”).

Cruzo el puente sobre el Río Blanco (un afluente del Chirripó)…

…subo un poco la colina, desde la que hay unas vistas maravillosas del valle…

…paso por el cementerio…

…y llego hasta…

Cannán…

Canaán es otra pequeñísima población a 1.200 msnm (140m por debajo de San Gerardo), que cuenta también con su campo de futbol, claro.

Pero lo más destacado de Canáan es el Restaurante Batsu Gastrupub

…donde todos los sábados hay música en vivo. Así que mi primer sábado, voy para allá y me ceno una estupendísima hamburguesa vegetariana…

…y disfruto del concierto del dúo Guápil.

Hay gente que dice que Costa Rica es un país caro. Quizá lo sea comparado con otros países de latinoamérica, pero comparado con otros países en los que he estado últimamente (sin contar Asia, claro), a mí me parece especialmente barato. Por ejemplo, esa noche, por la hamburguesa vegetariana con patatas, 2 cervezas y el suplemento por el concierto (2.000¢), me cobraron un total de 7.700¢ (unos 11,40€). A mí me parece un regalo, la verdad.

Por cierto, volviendo a mi primera visita a Canaán, en mi segundo día en Costa Rica, cuando volvía caminando hacia San Gerardo (cuesta arriba, claro), sin necesidad de hacer autostop se paró una camioneta a mi lado y se ofreció llevarme con un simple gesto. Le gente de aquí no puede ser más amable. 

Voy en la parte de atrás de la camioneta con la hija del conductor, que me explica que van a pescar truchas.

Chimirol…

Los miércoles hay Feria (que es como llaman aquí a los mercadillos) en Chimirol, así que mi primer miércoles me bajo en el bus y compro algunas provisiones.

La feria son unos cuantos puestos de los productores locales. Hay un poco de todo: frutas, verduras, pan, especias, artesanía…

Allí conozco una pareja de americanos con una hija que viven un poco más arriba de mi casa y que se ofrecen muy amablemente a llevarme de vuelta. Menos mal, porque voy muy cargado y el autobús sólo pasa cada 3 horas!

Ésta ha sido mi compra. Todo por 19.000¢ (27,70€).

Rivas y Pedro…

Antes de llegar a Costa Rica, contacté a través del grupo de Facebook Españoles en Costa Rica, con Pedro, un navarro que lleva 37 años en este país, de los cuales 32 viviendo en Rivas, una población mediana cercana a San Gerardo.

La feria de Rivas son los sábados. Pedro suele quedar allí con algunos amigos locales para tomar café, así que en mi primer Sábado, me voy para allá.

Foto de Pedro
Foto de Ana

Y el segundo sábado también, claro.

Pedro dejó España en su juventud y ha hecho un poco de todo, incluyendo buscador de oro en Costa Rica. Pero lo que más ha hecho ha sido trabajar de tapicero en cruceros durante muchos años. Ahora vive retirado en una bonita casa de Rivas.

Pedro es un maravilloso contacto aquí, ya que conoce a todo el mundo y, sobre todo, me ayuda con mi idea de comprarme una moto.

San Isidro…

Como ya expliqué más arriba, San Isidro de El General es la capital del cantón de Pérez Zeledón, la ciudad más grande de los alrededores, y el lugar donde tienes que ir para hacer muchos trámites como sacar dinero (no hay cajeros en ninguna otra población cercana) o echar gasolina. Está a unos 20 kms de San Gerardo y se tarda 1 hora en bus o unos 40 minutos en moto.

Cuando llegué a Costa Rica, los trabajadores públicos llevaban casi un mes en huelga por las políticas de recortes. Uno de los días que voy por la ciudad me encuentro una de las manifestaciones.

Esta manifestación terminó muy festivamente en el Parque Central de San Isidro.

La feria de San Isidro es la más grande de Costa Rica y tiene lugar los jueves y viernes. Es el lugar ideal donde venir a hacer la compra. Hay de todo y a unos precios maravillosos.

Encuentro ofertas como 3Kgs de tomates o 1 Kg de aguacates por 1000¢ (1,50€). Y pensar que en Bahamas tenía que pagar unos $5 por CADA aguacate.

Un jueves me vengo con Pedro a la feria y me presenta a gente que él conoce por aquí.

Después vamos a comer a una soda (así se le llaman a los pequeños restaurantes locales) que hay en el Mercado Municipal (que no es lo mismo que la Feria del Agricultor donde hemos estado antes).

Pedro se pide uno de los platos más típicos de Costa Rica, la Olla de Carne.

Y yo me pido el otro plato típico de aquí, el Casado, en su versión vegetariana. El original se hace con carne. Es un plato cuya base es el arroz y los frijoles negros al que se le añaden varias cosas como ensalada, carne, huevo, patata, etc…

Uno de mis sitios habituales para tomar café en San Isidro es la Café Delicias, donde, al parecer, están prohibidas las muestras de afecto.

Mientras no tengo transporte, me toca volver a San Gerardo en el bus que sale desde la terminal que hay al lado del mercado.

Herradura…

Fuera de la carretera que une San Isidro con San Gerardo, hay otros lugares que visito.

Herradura es una minúscula población cercana a San Gerardo a la que se accede por una carretera sin asfaltar.

Así que dentro de mis caminatas exploratorias de los alrededores, uno de los pocos días que hace sol, me voy para allá.

El camino tiene unas vistas de los alrededores espectaculares.

Y la población de Herradura en realidad son unas pocas casas, con una iglesia y un campo de futbol, claro.

Los Ángeles…

Una de las poblaciones más escondidas de los alrededores (no aparece ni en Google Maps) es Los Ángeles. Uno de mis vecinos, un francés llamado Jean Christophe, que trabaja como guía turístico, me comenta que hay una ruta circular muy chula que lleva hasta Los Ángeles y luego da un rodeo hasta volver a San Gerardo.

Por cierto, que el día que conozco a Jean y que me habla de esta ruta, me paro a hablar con él porque le veo en su jardín con un coatí (aunque él dice que es un visón).

Así que un día soleado, cojo mi mochila y mi sombrero australiano… y me pongo en marcha.

Hace un día que ni de encargo. Muy poco habitual aquí en el mes de octubre.

Para llegar a Los Ángeles, hay que tomar el sendero al Cerro Chirripó desde el Km.0 y subir durante 1 km. Los primeros 4 kms del sendero se pueden acceder sin pagar la entrada.

Poco antes del Km.1 está el desvío a Los Ángeles.

Justo ahí me encuentro bajando a uno de los arrieros que suelen contratar los senderistas para subir sus cosas.

Desde aquí ya se ven Los Ángeles.

Aquí está el cruce entre el acceso al sendero del Chirripó y la “carretera” que lleva hasta Los Ángeles.

Y por fin llego al pueblo.

No puede faltar la iglesia, claro, por muy pequeña que sea la población.

Sigo haciendo el loop hasta llegar al puente sobre el Río Chirripó.

Y el sendero desemboca en la carretera a San Gerardo a la altura del Hotel El Descanso.

Y de nuevo en casita.

Pueblo Nuevo…

Otro día me da por desviarme de la carretera a la altura de Rivas en dirección norte, un poco a la aventura, y llego hasta Pueblo Nuevo, una pequeñísima población a orillas del río.

Allí paro en la Soda Comidas Típicas Anita para tomarme un café.

El sitio tiene un encanto especial, tan apartado de todo.

San José…

Otro de los lugares que visito, fuera de la ruta San Isidrio-San Gerardo es la Comunidad de San José

Y es que, efectivamente, ni siquiera es un pueblo. Es tan pequeño que se le considera comunidad. Aunque, por supuesto, cuenta con su iglesia

…y su campo de fútbol, donde, por cierto, se está jugando un partido entre el equipo local y uno visitante.

He quedado aquí con Pedro porque están de feria (y partido). Por supuesto, nos tomamos un buen casado (el mío vegetariano).

Ahí me presenta a Gerardo, un hombre local absolutamente encantador y pasamos una estupenda mañana de charla los tres. Luego Gerardo me lleva a su casa, con vistas al campo de fútbol…

Cloudbridge Natural Reserve…

Uno de los sitios que me recomiendan visitar por aquí es el Cloudbridge Natural Reserve. En realidad no deja de ser un amplio terreno de montaña y río que alguien debió adquirir y le puso un nombre y una puerta. 

Está como a 2,5 kms de San Gerardo, en el camino que lleva hasta la entrada del Chirripó, pero pasándolo de largo.

Y aquí está la puerta. Al menos la entrada es por donación, pero te sugieren una donación de 3.000¢ (4,40€).

Ojalá cuidáramos la naturaleza lo suficiente como para que no tuvieran que ponerle puertas y precios a su acceso.

Como se puede ver, la reserva es bastante grande. Mi idea es llegar hasta la Catarata de Don Victor, así me sirve de entrenamiento para mi subida al Cerro Chirripó.

Avanzo por el Sendero Principal. La verdad es que el lugar es una pasada. De vez en cuando hay que cruzar el río por un pequeño puente bastante artesanal.

Si se necesita ir al baño, hay hasta un “baño rústico”.

Y así, poco a poco, llego hasta la Catarata Caldera.

Poco después, según el mapa, debería llegar hasta el río y cruzar por el Puente Cubierta. Y, efectivamente llego al río…

…pero ni rastro del puente. Bueno, miento, sí que hay rastro. Hay unos hierros retorcidos en la orilla. Tiene pinta de ser los restos de lo que debió ser un puente colgante. 

Retrocedo un poco y me encuentro un cartel que no había visto antes.

Es decir, ya no se puede pasar por ahí, que era la única manera de llegar a la Catarata Don Víctor. Mi gozo en un pozo. Toca abortar misión.

Así que opto por dar un rodeo por el Sendero del Río hasta la Catarata Cloudbridge.

Llego de nuevo hasta el Sendero Principal a la altura del Mirador del Valle.

Un poco más allá, cojo el desvió hacia el Jardín de Meditación.

Tengo que cruzar otro arriesgado puente…

…y llego hasta la Catarata Pacífica, que de “pacífica” tiene poco. Es probablemente la más impresionante de aquí.

Cuando estoy saliendo del Jardín de Meditación hacia el Sendero Principal, me encuentro un rinconcito en memoria del fundador de la reserva.

La moto…

Antes de venir a Costa Rica estuve tanteando en varios grupos de Facebook sobre la viabilidad de adquirir una moto aquí. Como casi siempre me suele ocurrir, casi todo el mundo me lo desaconsejaba (ya estoy acostumbrado). Que si las carreteras están fatal (después de conducir en Nepal, puedo hacerlo en cualquier parte), que si son muy caras, que si el trámite de traspaso es demasiado complejo y caro como para comprarla sólo por un mes, etc…

También me planteé la posibilidad de alquilarla, como hice en Nepal, pero los precios de alquiler de motos son desorbitados comparados con los de compra.

Así que cuando llegué a San Gerardo, aún no tenía claro si me iba a merecer la pena o no adquirir una moto. Pero a los pocos días me di cuenta de que necesitaba un medio de transporte (Beth no me ha dejado su coche). Depender de los buses que pasan cada 3 horas es una locura…

…y, por otra parte, me han bastado unos pocos días para enamorarme de este país y decidir que merece la pena dedicarle más tiempo. Mi plan inicial era pasar el mes de housesitting en San Gerardo y ya. Pero ahora me apetece muchísimo dedicar otro mes más a recorrer el país con una moto.

Así que le comento estas ideas a Pedro y rápidamente se pone a preguntar a todos sus contactos.

A los pocos días de mi llegada empiezo a ver motos. Hay una tienda de San Isidro cuyo dueño me ofrece su moto bastante nueva (de 2016) por 600.000¢ (877€) incluyendo el traspaso. Es cara, pero al ser tan nueva sería fácil venderla luego. Pero ni Pedro ni yo conocemos al dueño y le veo a la moto una serie de defectos que me hacen desconfiar de que me la ofrezca tan fácilmente.

Mi mejor opción y la que parece que va a ser definitiva es la de Mauricio, un familiar de un amigo de Pedro que me ofrece una Génesis de 150cc en bastante buen estado por 450.000¢ (658€).

Y ya estoy a punto de decir que sí cuando aparece Anselmo, otro amigo de Pedro, que dice que tiene una Sukida de 150cc (una imitación china de Suzuki) en Rivas por 350.000¢ (512€) con los papeles y el seguro al día. Voy a verla enseguida con Pedro y me convence tanto que le digo que sí en el momento. De hecho le pido prestada la moto para ir hasta San Isidro para sacar el dinero y pagarle. Anselmo es tan amable y confiado que me dice que sí sin dudarlo.

¡Así que ya tengo moto!

Para el traspaso hay dos maneras de hacerlo. Una es hacer una traspaso completo de la propiedad, lo que supone tener que inscribirla en el registro a través de un abogado, lo que suele costar unos 60.000¢ (88€). Pero Pedro me dice que hay una opción más barata que es hacer un poder (también a través de un abogado) en el que consta que adquiero la moto de forma temporal con vistas a venderla próximamente. A todos los efectos la moto es mía, pero no hace falta inscribirla en el registro. Pedro me dice que este trámite sólo cuesta unos 12-15.000¢ y me recomienda a su abogada, Angie Batista Valverde. Pero cuando vamos Anselmo y yo para allá y hacemos el papeleo, me llevo la sorpresa de que me dice que este trámite vale lo mismo que el traspaso completo, pero que por ser amigo de Pedro me lo deja en 40.000¢ (58€). No sé si me la ha jugado o que Pedro no estaba bien informado, pero la cosa ya no tiene remedio. Intentaré recuperarlo cuando venda la moto.

Pero aún así estoy más feliz que una perdiz con mi nueva adquisición. Qué diferencia poder moverme libremente por los alrededores.

En los días siguientes llevo la moto un par de veces a un taller al que lleva Pedro su moto y que es regentado por otro Pedro, un tipo absolutamente amable y competente. Le hago unos pequeños arreglos a la moto.

También le añado un soporte para móviles y un cargador USB conectado a la batería, para poder viajar más cómodamente mientras sigo Google Maps y cargo el móvil. 

Pero el primer problema serio que me encuentro con la moto es dónde guardarla. Y es que resulta que el acceso a mi casa desde la carretera es una cuesta abajo empinadísima y sin asfaltar. Los dos primeros días me atrevo más o menos a bajar con la moto con la sensación de que voy a patinar en cualquier momento, pero más o menos logro llegar a la casa. Salir es algo más fácil, pero no demasiado. 

Pero pronto se juntan dos circunstancias que hacen imposible volver a intentarlo. Una es que empieza a llover casi a diario y el acceso está lleno de barro. Y la segunda es que la cuadrilla que está construyendo la cabaña sobre la cresta detrás de mi casa, ha traído un camión con materiales y, cuando intentan salir…

Con tanto trajín de camiones y 4×4 por el camino, éste se ha vuelto completamente imposible para la moto.

Así que al tercer día estoy con la moto en el acceso de mi casa, lloviendo y mirando hacia abajo y pensando…

     – …ni de coña.

En ese momento veo a mi vecino de la casa de enfrente que está asomado a la puerta y le digo…

    – Esteeeeeee…. ¿le puedo pedir un favor muy grande?

Veo que tienen su coche aparcado en una zona cubierta al lado de su casa y le cuento mi problema y me dice que por supuestísimo puedo dejar mi moto ahí siempre que lo necesite, faltaría más. Se lo agradezco mil millones de veces y él me dice que…

     – Nada, nada… siempre que lo necesites, la dejas aquí, que estará perfectamente cuidada.

Toda la familia es un verdadero encanto… menos Bizú, el perro de la casa, que no está demasiado de acuerdo con el trato y se pone como loco a ladrarme y casi morderme cada vez que aparezco. Pero a base de mostrarme firme, sin miedo y llamarle por su nombre, a la semana empieza a aceptar la situación. La verdad es que la moto está de lo más segura ahí. Cualquiera se acerca.

A la familia les regalo una botella de vino para agradecerles el inmenso favor que me están haciendo. Si no fuera por ellos tendría un enorme problema, ya que no puedo dejar la moto en mitad de la carretera y no hay muchos más lugares donde pueda dejarla.

Por cierto, para que se vea cómo de resbaladizo es el suelo, aquí un vídeo mío enseñándole a Beth cómo va la construcción de la cabaña. :-p

Cerro Chirripó…

Una de las cosas que más me atrajeron de la idea de venir a hacer un housesitting a San Gerardo era la posibilidad de subir a la montaña más alta de Costa Rica: El Cerro Chirripó, con sus imponentes 3.840m.

Desde que llegué me he estado informando y entrenando para subir. Lo que más me detiene (aparte del miedo) es el tiempo, que no está acompañando nada. De hecho estamos en temporada baja, porque es justo el mes de las lluvias.

En Nueva Zelanda subí el Mt. Rolleston (2.212m) y estuve cerca de subir el Mt. Anette (2.235m), ambos de bastante menos altura que el Chirripó, pero bastante más complejos por la nieve.

Pero el Chirripó sería la subida más larga que he hecho nunca, con un desnivel de 2.500m y un recorrido de 22 kms de mi casa a la cima.

De hecho es tan larga, que es demasiado para hacerlo en un solo día (44 kms!!). Lo habitual es subir hasta el Albergue Base de Crestones a 3.500m y a 5 kms de la cima, pasar ahí la noche, hacer cima en el amanecer del día siguiente y luego bajar.

También existe la posibilidad de hacer cima y visitar varios lugares muy chulos de los alrededores y luego bajar al tercer día, pero en ese caso los precios se disparan.

La cosa va así:

El Sistema Nacional de Áreas de Conservación de Costa Rica (SINAC) es el que gestiona el acceso a los Parques Nacionales, incluido el Parque Nacional del Chirripó, con un precio de 4.000¢ para los residentes y $18 los turistas. 

Pero el SINAC cedió hace poco la gestión de todo lo demás (hospedaje, alimentación y acarreo) al Consorcio de Aguas Eternas, que puso sus propios precios.

Es decir, el mínimo que necesito para subir es: 

  • 2 días de acceso: $36 (32€) 
  • 1 noche de alojamiento: 19.207¢ (28€) 
  • TOTAL: 60€ 

Y eso sin contar la comida para dos días, que tendré que llevar conmigo, ni el acarreo que, por supuesto, no contrataré.

Dada mi escasa economía en este viaje, hace unos días publiqué en mi Página de Facebook mi intención de subir, y preguntaba si habría alguna entidad interesada en patrocinarme a cambio de mencionarlos en mi blog y demás redes sociales.

Me llevé la sorpresa de que mi amigo Javi Muñoz, a quien conocí en mi anterior viaje a Costa Rica hace 4 años, y que actualmente vive en Atlanta (USA), insistió en colaborar en gran parte en esta aventura. Así que desde aquí va todo mi agradecimiento y cariño para ti, Javi.

Como entrenamiento y un poco a modo de prueba, el día 14 de octubre de 2018, hago una prueba de subida hasta el Km.4, que es donde está la entrada del Parque Nacional. A partir de ahí no se puede seguir sin haber pagado los permisos.

Así que aunque el tiempo no acompaña, cojo mi mochila y mi sombrero y me pongo en camino.

Desde mi casa (1.340m) hasta el Km.0 (1.520m) hay como unos 2 kms de fuerte subida.

Tardo media hora en llegar al Km.1 (1.739m), porque el desnivel es durísimo.

La niebla da al camino un aspecto fantasmagórico.

Pero no estoy completamente solo.

Qué flacucha está la pobre.

También me cruzo con uno de los arrieros de por aquí.

Así, poco a poco llego al Km.2 (1.890m)…

…al Km.3 (1.990m)…

…hasta llegar a la entrada del Parque Nacional…

…en el Km.4 (2.192m).

He tardado hora y media desde el Km.0 y 2 horas desde mi casa. 

Nada más llegar, se pone a llover a lo loco y así sigue durante toda la bajada.

Ha sido un buen entrenamiento. Mis rodillas (especialmente la derecha) se quejan un poco, pero yo creo que aguantarán. Puedo apreciar que el recorrido es bastante duro, porque el desnivel es enorme y en bastante malas condiciones, lleno de barro y muy resbaladizo. Pero una vez que te pones y el cuerpo se calienta, es solo seguir andando sin parar.

Por cierto, éste es el tipo de cosas que te encuentras por estos caminos…

A la vuelta se cruza por el Río Chirripó que por aquí es espectacular.

Esta subida también me ha servido para darme cuenta de que las suelas de mis botas, que uso desde hace más de 20 años, ya están demasiado lisas para este terreno y no paro de resbalarme, lo que hace el recorrido más cansado y peligroso. De hecho ya estaba pensando en renunciar a ellas después de mi subida al Monte Ngauruhoe hace más de dos años…

…pero siempre me resisto a tirarlas porque creo que aún pueden durar.

Preguntando, me entero de que hay un puesto en el Mercado Municipal de San Isidro donde cambian las suelas del calzado, así que voy para allá al día siguiente y les llevo mis botas. Efectivamente me ofrecen ponerme suelas nuevas, coser la tela donde está descosida y ponerle plantillas nuevas, todo por 15.000¢ (22€), mucho más barato que unas botas nuevas. Y la verdad es que quedan de lujo.

Cuentas…

Al poco de llegar a Costa Rica, terminó el mes de septiembre, así que toca repasar las cuentas de ese mes, que corresponde casi en su totalidad a mi estancia en Bahamas. Veamos…

GASTOS:
  • COMIDA:
    • Comer fuera:                1,48€
    • Comprar comida:           320,25€
    • Cafés:                     17,90€
    • Bebidas:                   69,67€
    • SUBTOTAL:                 409,30€
  • TRANSPORTE: 
    • Vuelos (NAS-SJC):         300,40€
    • Bus:                        7,02€
    • Taxi:                      14,85€
    • Peaje:                      6,83€
    • Gasolina:                  25,58€
    • SUBTOTAL:                 354,68€
  • OTROS: 
    • Farmacia:                   8,05€
    • Postales:                   4,95€
    • SUBTOTAL:                  13,00€ 
  • TOTAL:                        776,98€
INGRESOS:
  • Venta Moto Madrid:            900,00€
  • TOTAL:                        900,00€ 
SALDO:
  • TOTAL:                       -123,02€ 

Por un lado se puede ver que mi mes en Bahamas ha sido de lo más austero. Prácticamente no he comido fuera ni he tenido muchos más gastos. El mayor gasto es el vuelo hasta Costa Rica y la compra de comida, que poco es para lo carísimo que era todo allí.Pero lo mejor del mes es que conseguí (gracias a mi amigo Edu) vender mi moto en Madrid, por lo que vuelvo a tener un mes de gasto negativo. Lo cual mejora algo la media mensual, que queda, como puede verse…

  • DIC’15:              345€    (Media: 345€)
  • ENE’16: 393-19 =     374€    (Media: 360€)
  • FEB’16:              387€    (Media: 369€)
  • MAR’16: 468-290 =    178€    (Media: 321€)
  • ABR’16: 301-39 =     262€    (Media: 309€)
  • MAY’16:              880€    (Media: 404€)
  • JUN’16: 925-12 =     913€    (Media: 477€)
  • JUL’16: 765-30 =     735€    (Media: 509€)
  • AGO’16: 602-507 =     95€    (Media: 463€)
  • SEP’16: 864-641 =    223€    (Media: 439€)
  • OCT’16:            1.090€    (Media: 498€)
  • NOV’16: 706-753 =    -47€    (Media: 453€)
  • DIC’16: 1178-1057=   121€    (Media: 427€)
  • ENE’17: 760-1529 =  -769€    (Media: 342€)
  • FEB’17: 768-276 =    492€    (Media: 352€)
  • MAR’17: 1052-106 =   946€    (Media: 389€)
  • ABR’17: 818-67 =     751€    (Media: 410€)
  • MAY’17:            1.326€    (Media: 461€)
  • JUN’17:              328€    (Media: 454€)
  • JUL’17:              468€    (Media: 455€)
  • AGO’17:              986€    (Media: 480€)
  • SEP’17: 658-677 =    -19€    (Media: 458€)
  • OCT’17: 780-408 =    372€    (Media: 454€)
  • NOV’17:            1.373€    (Media: 492€)
  • DIC’17: 1402-618 =   784€    (Media: 504€)
  • ENE’18: 597-790 =   -193€    (Media: 477€)
  • FEB’18: 751-806 =    -55€    (Media: 457€)
  • MAR’18: 533-63 =     470€    (Media: 458€)
  • ABR’18: 2121-20 =  2.101€    (Media: 514€)
  • MAY’18: 1018-988 =    30€    (Media: 498€)
  • JUN’18: 866-1187 =  –321€    (Media: 472€)
  • JUL’18: 753-306 =    447€    (Media: 471€)
  • AGO’18: 1497-185 = 1.312€    (Media: 497€)
  • SEP’18: 777-900 =   -123€    (Media: 478€)
  • TOTAL:            16.262€ 
  • MEDIA MENSUAL:       478€ 

Conclusiones…

Aunque ya estuve en Costa Rica hace 4 años (de hecho fue el comienzo de mi blog), el volver aquí me permite confirmar que la sociedad costarricense es una de las más maravillosas que he conocido.

Costa Rica lo tiene todo. Tiene un estupendo clima tropical, tiene playas en el pacífico y en el atlántico (¡Caribe!), tiene montañas y volcanes espectaculares, una naturaleza impresionante… Pero lo mejor que tiene es su sociedad. No en vano su lema es “Pura Vida“. Y no es un tópico, es una expresión que utilizan continuamente. 

Para mí Costa Rica se caracteriza especialmente por dos cosas. 

1. Por ser una de las democracias más antiguas y sólidas de América Latina.

2. Por haber abolido su ejército tras la breve guerra civil que vivieron en 1948. ¡70 años sin ejército

Y creo que ambas cosas son las que definen el carácter costarricense. El Tico es casi siempre una persona extremadamente tranquila, amable, generosa y hospitalaria. Por eso éste es uno de los países donde más a gusto y seguro me he sentido.

Quizá la capital, San José, puede resultar un poco más caótica e insegura, aunque los Ticos siempre lo achacan a la inmigración de los Nicas (nicaragüenses) que vienen huyendo de la pobreza y la guerra. No sé cuánto tiene esta afirmación de xenófoba, pero es verdad que cuando vine hace 4 años, San José resultaba mucho más segura de lo que parece ahora. 

Por ejemplo, el pasado agosto asesinaron a una turista española en Tortuguero. Yo estuve en Tortuguero hace 4 años y paseaba sin compañía por la noche con total tranquilidad. Para mí el asesinato de un turista en Costa Rica es impensable. Al final resultó ser un ser un ciudadano nicaragüense. No estoy generalizando, pero quiero dejar constancia de lo especial que es pata mí la sociedad de Costa Rica.

También me impresiona el sentido de comunidad que tienen, la cantidad de eventos que hacen en comunidad, cómo cuidan el entorno, la limpieza (el país es extremadamente limpio), el reciclaje…

Por todo ello quiero alargar mi estancia aquí y conocer más profundamente este país que me tiene enamorado.

Planes…

Mi plan inicial era estar un mes en casa de Beth y luego dejar el país, pero como me ha gustado tanto he decidido alargar mi estancia.

En teoría mi housesitting duraba hasta el 2-3 de noviembre, pero Beth me avisó que iba a volver antes de lo previsto, el 27 de noviembre. Pero me ofreció en compensación su casa de Atenas (cerca de San José) para alojarme el tiempo que quiera. Es una oferta absolutamente generosa y maravillosa, ya que me permite alargar mi estancia sin preocuparme del alojamiento.

Así que mis planes inmediatos son:

Mañana lunes, 22 de octubre de 2018, haré la ascensión al Cerro Chirripó, donde pasaré la noche y volveré el martes 23.

El miércoles 24 descansaré porque estaré medio muerto.

El jueves 25 limpiaré bien toda la casa, haré colada, prepararé mi mochila….

El viernes 26 cargaré todo en mi moto y saldré con dirección a Atenas. Me apetece tomármelo con calma, así que probablemente haré noche en Quepos o alrededores.

El sábado 27 llegaré a Atenas y me instalaré en la casa de Beth.

El lunes 29 llega mi amiga Mer de Madrid, con quien ya hice el mototrip por Vietnam, para visitarme durante dos semanas. Así que haremos un estupendo mototrip por todo Costa Rica.

Mer se marcha el domingo 11 de noviembre, pero yo me quedaré dando vueltas por Costa Rica con la moto (con base en Atenas) hasta el 27-30 de noviembre aproximadamente, que es cuando volaré al que probablemente será mi próximo destino…

¡México!

Y es que mi amiga mexicana Renata me ha invitado a visitarla y a cuidar su casa en México DF y a sus dos gatos durante las 3 primeras semanas de diciembre. 

¿Y después?

Mi sueño sería comprarme una furgo en México y viajar con ella por el país, y luego subir por la costa oeste hacia USA, Canadá…. hasta Alaska! 

El plan sería alternar roadtrip durmiendo en la furgoneta con housesittings o HelpX en ciudades del camino.

Así como plan… no suena mal, ¿no?

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